✖ El comienzo.

El fin del campamento había llegado por desgracia de todos, muchos jóvenes no querían irse de este lugar en el cual la pasaban bastante bien. El campamento Saenz Camp era uno de los mejores en toda California, muchos de los padres mandaban a sus hijos allí para sacárselos de encima una temporada o otros por el deseo de que ellos querían asistir. Todos los internos del campamento estaban preparando sus cosas ya que al día siguiente era hora de marchar a casa otra vez y esperar todo un año para volver al campamento. El señor Demetrio Saenz Mallete dueño del establecimiento estaba preparando un discurso para dar a todos como despedida. Para sorpresa de todos, este había sido el mejor de todos los años, sinceramente porque muchos chicos habían ingresado y cada vez se agrandaba. Su hija la señorita Amelia se encontraba en su habitación lo más cómodamente ojeando sus revistas hasta que oyó su celular sonar y ver una propuesta que le llamo mucho la atención y no dudo en aceptar.



Los campistas, monitores y personal se encontraban frente al escenario en la playa, donde sería el anuncio del director. La noche estaba fría, mucho viento, una tormenta se estaba por avecinar, mucho lo sabían por lo cual querían hacer todo lo posible para que pase rápido y no llevarse un gran resfriado luego a casa. – Un, dos, tres, probando. – se escucho por los grandes parlantes llamando al atención de todos pero generando murmullos. – Quiero la atención de todos por favor – y ahora si, el ambiente se lleno de un silencio que te ponía los pelos de punta. – Este año fue uno de los mejores sin duda, esperemos que los siguientes años sean así. Sólo quería agradecerles por confiar en nosotros y esperamos que no nos dejen, les deseamos mucha suerte y...– no pudo terminar la frase ya que un terrible grito se escucho desde algún otro lugar del campamento. Todos quedaron el silencio haciendo que el próximo grito se escuchara más, ahora si que el pánico se notaba mucho más entre los jóvenes y adultos. ¿Qué había pasado? Nadie sabia hasta que se dieron cuenta de que la hija de Saenz faltaba, los gritos fueron de ella sin duda alguna. Salieron por los bosques a buscarla a altas horas, por las cabañas, lagos, la casa del bosque pero aún así ningún rastro de la chica. La policía al poco tiempo se apareció tomando el caso. Lo único que hicieron fue mandarlos a todos a sus cabañas para que luego al siguiente día se marcharan como habían dicho y clausurar el campamento hasta saber que fue lo que paso.





Luego de dos años las puertas de este famoso campamento vuelven abrir para todo aquel que quiera volver. Muchos de los chicos se habían planteado no volver a pisar ese lugar, a cualquiera de ellos podría pasarle lo que la hija del director le paso. ¿Qué paso con el suceso horrible hace dos años? Simple, no se encontró ningún rastro de la desaparecida,  ni una pista nada, la policía quería retirarse ya de este caso perdido pero sus padres no los dejaban. Que más daba, el señor Saenz no lo pensó ni dos veces volver abrir el campamento, muchos sospechan de él, otros están de su lado…nadie sabe quien la hizo desaparecer, o tal vez quien la mato.

Todo marchaba tranquilo hasta que una día de repente en un abrir y cerrar de ojos mensajes extraños empezaron a llegar a cualquier integrante con sus más íntimos secretos de una tal extraña  llamada – A.  Esto no generó calma entre nadie, muchos desconfían de otros ya que su identidad no se sabe. Todos están en plan de quiere descubrirla y sacarla de frente, otros piensan que es Amelia que esta viva y quiere dar señales o quiere torturarlos como siempre lo hizo. ¿Quién sabe? Nadie, sólo esa persona que anda espiando por lugares que ni te imaginas.